Tecnología, ¿enemiga o aliada?

Es cierto que la tecnología puede hacer que se acaben cierto tipo de puestos de trabajo, aunque deja la opción de poder formarse y adquirir nuevas responsabilidades. La tecnología va de la mano con la calidad, con los tiempos de desarrollo de los procesos, con el desarrollo sustentable.

La llegada de la pandemia ha hecho que tecnologías que se estaban poniendo a prueba hayan tenido que ser usadas para ajustar los modos de trabajo, así como para seguir presentes en el mercado. En ciertos casos la pandemia hizo que se tuviera que aprender e implementar, en otros casos hubo que tomar la decisión de usar lo que se tenía hace mucho tiempo a disposición y que seguramente en el futuro, cuando todo esto pase, haga que la realidad del mundo laboral cambie, teniendo que hacer una serie de ajustes porque definitivamente se ve que es posible, seguir siendo productivo trabajando a distancia.

Hace unos días supe de un reportaje realizado por un noticiero nacional donde se muestra la iniciativa que ha tenido una cafetería japonesa que incorpora la tecnología para el servicio de atención a sus clientes. Los clientes son atendidos por robots. Las solicitudes de reservas están a la orden del día, todos quieren ser atendidos por los robots, seguramente por el cambio que esto significa y por curiosidad, por lo demás, ¡los robots lo hacen bastante bien! … Al ver esto lo primero que uno puede pensar es, “la tecnología desplaza a las personas, los puestos de trabajo se ven reducidos” … Sin embargo, lo que no se sabe es que, en este caso, la tecnología está logrando la inclusión de las personas. Sé que estará pensando que quien escribe este artículo puede estar diciendo cosas sin sentido, ¿cómo es que la tecnología en este caso logra la inclusión de las personas?, pues bien!, y en esto, felicito la iniciativa japonesa, ya que quienes están detrás de estos robots son efectivamente personas, individuos que tienen alguna enfermedad de discapacidad que les impide moverse. En este caso es la tecnología la que brinda la posibilidad de que aquellos que no tienen ninguna opción de inserción en el mundo laboral puedan retornar de alguna manera trabajando desde casa, así logran interactuar con los clientes sintiéndose nuevamente productivos y motivados. Esto funciona haciendo que los robots sean comandados de forma remota, poseen una interfaz que permite que puedan ser controlados sólo con el movimiento de los ojos, es decir, una opción que se acomoda a quienes tienen lesiones de la médula espinal que les limita el movimiento o bien impide que puedan moverse y también para aquellas enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis, en todos los casos enfermedades que no dejan posibilidad.

Pienso que siempre debe verse el vaso medio lleno en vez de vacío. La tecnología llegó para quedarse y quienes comandan las tecnologías somos nosotros, hagamos de ella una aliada y no una enemiga y usemos nuestras capacidades para pensar en opciones de mayor inclusión en beneficio de nuestra sociedad, de nuestro entorno y de nosotros mismos. Seamos innovadores, mejor si somos innovadores circulares, algo que tanto necesitamos en estos días y de lo que seguramente escribiré en un próximo artículo.

Marisol Tapia Céspedes

Ingeniero Ejecución Químico

Licenciada en Ingeniería Aplicada

Master en Logística Integral y Dirección de Operaciones

Socia RED WGi

Síguenos en Facebook:  delogística

Síguenos en LinkedIn:    deLogística

Síguenos en Instagram: delogistica

Síguenos en Twitter: delogistica_

imagen: www.freepik.es

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *