¡¡Vamos que se puede!!

Que el viernes 18 de octubre marcó un antes y un después en la historia de nuestro Chile, no hay duda alguna; que los motivos que gatillaron el estallido social son múltiples es parte del análisis de todos; que si la fecha era la adecuada, la verdad es que si hacemos un símil con un terremoto, sabíamos que por los niveles de desigualdad en Chile se podía venir en cualquier minuto, aunque no podíamos tener certeza del cuándo, en fin suma y sigue.

Lo concreto es que hay un consenso generalizado de que las demandas son más que justas y requieren soluciones de fondo, sin embargo, ha habido efectos colaterales no deseados que dicen relación con la “Parálisis por Análisis” en la cual ha caído el país y el enorme daño al funcionamiento normal del comercio, especialmente miles de pymes que han visto mermadas sus ventas, reducida su fuerza laboral y dañados sus locales entre otros efectos, pero ¿qué hacemos para salir de esto? Veamos que podemos aportar.

Vamos por partes, primero aclarar -como es nuestra costumbre- no nos meteremos en “política ni religión”, sólo constaremos lo que nos concierne a lo comercial y logístico de Chile, lo cual implica identificar algunos puntos relevantes que han perjudicado a las personas, entre los cuales podemos identificar:

  1. La disponibilidad de stocks de alimentos de primera necesidad en forma expedita dada la quema de puntos de venta como supermercados o locales más pequeños en diferentes comunas, lo que implicó en lo inmediato quiebres de stock, mayores costos de transporte, mayores tiempos de reposición, o simplemente la imposibilidad de reposición para algunas comunas en el país. Lo anterior claramente afectó y seguirá afectando la cadena de abastecimiento, hasta que se repongan la gran cantidad de supermercados, farmacias y locales destruidos.
  2. En la emergencia inmediata hay miles de pymes que se vieron afectadas por estar en las distintas “zonas cero” o simplemente por ser parte de Chile ya que todo el efecto de tener un país “parado” produce también mermas en la demanda de bienes y servicios, que afectan a las empresas en general; sin embargo, las pymes por no tener “espaldas financieras” no pueden soportar días, semanas y menos meses sin vender, esto sumado a que las pymes son las que dan trabajo a la mayor cantidad de personas en Chile, es decir, una tormenta perfecta.

Todo lo anterior ha gatillado planes de contingencia, ayudas gubernamentales, redes de apoyo, innovación en la venta, nuevas formas de abastecer entre otras; sin embargo, mientras el país no tenga respuestas concretas a la crisis, o una carta de navegación con etapas que vayan a un objetivo común o simplemente que el win-win de Nash se privilegie por sobre las trincheras sin ceder, esto solo tendrá soluciones parciales y no de fondo, ya que la paz social en cualquier país es básica para generar espacios de desarrollo y crecimiento de una forma sustentable.

De las adversidades los chilenos sabemos mucho, terremotos, tsunamis, inundaciones, sequías, volcanes entre tantas, y hemos logrado pararnos una y otra vez; ahora con este “terremoto social” necesario para mantener la estabilidad de nuestras bases sin duda, nos pondremos de acuerdo y saldremos adelante entre todos, sin excepción, sin exclusión, todos somos necesarios, simplemente porque todos somos chilenos y haremos de este Chile uno mejor del que había antes del 18 de Octubre del 2019, la invitación que hacemos como deLogística es a ser positivos, a respetar, a escuchar, a ser generosos, a ayudar, a colaborar, a opinar en forma constructiva y pacífica, simplemente a actuar con humildad y con humanidad, de nosotros depende, así que ¡¡¡VAMOS QUE SE PUEDE!!!

Abrazos,

Rodrigo Rojas Toledo

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