Nuevos miedos, miedos reconocidos y el reacomodamiento en el puzle de las organizaciones.

Revisando algunos estudios que dan información respecto a las mujeres y la economía, las mujeres y la igualdad de género, las mujeres y las posiciones de toma de decisión, aporto con lo siguiente:

  1. Según estimaciones de ONU Mujeres, el PIB mundial anual sería 26% más alto en 2025 si las mujeres participaran en la economía en la misma proporción que los hombres. (Fuente: Estadísticas de la ONU)
  2. Los últimos datos disponibles del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 muestran que el mundo no está en camino de lograr la igualdad de género para 2030. Impactó negativamente la pandemia, la violencia contra las mujeres sigue siendo elevada, especialmente para las mujeres y niñas más vulnerables; las mujeres se sienten más inseguras ahora que antes de la pandemia. La representación de las mujeres en puestos de poder y de decisiones sigue estando por debajo de la paridad. Actualmente, solo el 47 % de los datos necesarios para realizar un seguimiento del progreso en el ODS 5 están disponibles, lo que hace que las mujeres y las niñas sean efectivamente invisibles. (Fuente: ONU MUJERES)
  3. Un estudio de la Rockefeller Foundation en EE.UU. (2016) muestra que un 65% de las personas encuestadas considera que es especialmente importante para mujeres jóvenes que comienzan sus carreras el tener mujeres en cargos de liderazgo como modelos a seguir.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver lo anterior, con el miedo, nuevo o antiguo y con las mujeres?

  1. los estudios indican que el cambio se presenta lento, muchas cosas deben suceder para que las mujeres ocupemos en el mundo público y laboral el lugar que queremos y también que se necesita para lograr condiciones de sostenibilidad en el mundo.
  2. esto es como un rompecabezas, el sistema – la organización o empresa –  está desordenado, confuso. El orden comienza cuando dos piezas encajan, entonces, poco a poco el resto comienza a acomodarse producto de ese movimiento inicial. 
  3. “temor” y “sufrimiento” son sentimientos que existen en los sistemas.

Reflexionando esta información desde la filosofía de las constelaciones y configuraciones sistémicas, los miedos a veces tienen que ver con el amor ciego siendo leal a las mujeres que han sufrido, lo han pasado mal o han tenido vidas difíciles, las estadísticas así lo muestran.

¿Cómo se puede cambiar esto? Pues bien, tiene que cambiar un sistema, la cultura y tiene que cambiar una manera de sentir, pensar y hacer.

¿Por dónde podemos empezar por el cambio? El cambio comienza en cada una de nosotras, sanando o dando solución a ese amor ciego en el que creemos que seguir sufriendo como sufrieron nuestros ancestras las honra y enaltece y las hace felices. Sin embargo, no nos damos cuenta – puesto que son mecanismos inconscientes – de que seguimos sumando sufrimiento, inacción y congelamiento al sistema y a la realidad, comportándonos de igual manera que en el pasado, donde las circunstancias fueron diferentes. Así a veces solo se fortalece el miedo teniendo más miedo, se honra el sufrimiento teniendo más sufrimiento, amando ciegamente como lo hace una niña o un niño cuando mira a su padre o a su madre y los quiere rescatar de ese conflicto que les ocasiona dificultad. Como adultas y eligiendo como vivir, la manera de proceder es colocarnos en nuestro lugar de hija, de hijo, renunciando a como quiero que sean las cosas, honrado a nuestros ancestros, lo que hicieron y no hicieron y como lo hicieron, agradeciendo la vida, porque dado que fue como fue, hoy cada una de nosotras existe. Desde este lugar, con humildad podemos hacerlo diferente, sosteniendo aquello que nos incomoda, aquello que es nuevo para el sistema y que el sistema puede no gustarle, cosas tan simples como por ejemplo que una mujer líder tenga secretaria en el trabajo cuando nunca una ancestra tuvo profesión o la ejerció o tuvo secretaria, eso se llama sostener la culpa. Para salir del miedo es importante sostener la culpa, porque la primera sensación qué tenemos es que eso NUEVO NOS ALEJA DEL SISTEMA Y ASÍ DEJAMOS DE PERTENECER AL MISMO, desde el inconsciente dejar de pertenecer al sistema es equivalente a morir (hace miles de años si alguien se alejaba de la tribu, había grandes posibilidades de que muriera). Esa memoria de pertenencia y exclusión evoca de alguna manera al sufrimiento de alguien que lo pasó mal, que vivió situaciones difíciles y que a veces el sistema excluyó.

Hoy también vivimos situaciones que son difíciles, sin embargo, hoy hay más recursos para solucionarlos, hoy estamos conectadas, estamos generando masa crítica de mujeres “adultas y que nos animamos a hacerlo diferente”. Solucionarnos es una tarea individual, asumir que somos el resultado de nuestro padre y nuestra madre y de todos los anteriores, es un proceso que lleva tiempo, humidad y reconciliación.

Así es como desde la mirada de las configuraciones sistémicas y desde una observación genérica, podríamos empezar a cambiar el patrón del miedo por el patrón de amor claro, el amor que mira hacia la vida. Hacer ese movimiento es una tarea individual.

¿Cómo podemos hacerlo? Respetarnos y respetar el sistema en el que estamos. Pedir lo que necesitamos, dar lo que podemos y tenemos en ese momento, ni más ni menos, tener una actitud adulta tomando la vida y resolviendo las cosas tal como se presentan en cada momento. Así es como dejamos el miedo atrás, soltamos ese miedo que no es nuestro, lo liberamos para quede donde le corresponde. Hacerlo requiere humildad, decisión y acción. Saber que el sistema – la organización o empresa – se reacomodará y mientras eso sucede están las molestias del reordenamiento.

El cambio empieza estando en mi lugar.

El cambio empieza estando en tu lugar.

Mónica Nadal Arrieta

Ing. en Sistemas y Esp. Configuraciones y constelaciones Sistémicas

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