Hablar mucho de innovación se volvió poco innovador

Si revisamos los distintos medios y la publicidad corporativa de las empresas e instituciones públicas nos daremos cuenta que hay una palabra que se repite en forma incansable: la innovación.

Hoy cualquier producto, proceso, empresa o marca gira en torno a la innovación, con frases como “nosotros innovamos”, “3 pasos para ser innovador”, “cursos de innovación”, “esta empresa es innovadora” , “somos la consultora más innovadora” , “voy a cambiar los computadores por unos de última tecnología porque es innovador” y así suma y sigue; sin embargo, la pregunta que se nos viene a la mente es, si todo el mundo es innovador ¿cómo se convierte esto en un valor agregado?

Difícil respuesta, sobre todo si hay en el mercado muchos recursos para innovación lo cual se transforma en un incentivo perverso para asesores o consultores, ya que existe la tentación de enfocar todos los proyectos con el apellido innovación, porque así suena bien ya que está de moda, sin embargo, la innovación sólo es un valor agregado cuando es una acción. Como decía un poeta, a las palabras se las lleva el viento.

¿La innovación soluciona el problema de fondo que es la competitividad de las empresas? En estricto rigor ayuda pero sólo como un medio y no como el fin; lo que definitivamente genera ese elemento diferenciador es el producto o acción que nace de la innovación, de quedar solo en las palabras el término innovación se vuelve un commodity, ¿será por eso que los japoneses no hablan de innovación? Básicamente porque ellos nacen con la mejora continua en su cultura, por lo que siempre innovan implícitamente en todo lo que hacen, y son un ejemplo a seguir.

Dado lo anterior creemos que antes de hablar de innovación tenemos que generar la cultura país sobre el tema y los esfuerzos debiesen en una primera instancia apuntar a esto, sobre eso generaremos las bases para hablar de una innovación con sustancia y materia para después ir a la acción, lo que permitirá que la innovación sea de verdad una palabra innovadora.

Rodrigo Rojas Toledo para www.delogistica.com

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