| Nombre | Andrea Araya Silva |
| Profesión | Ingeniera Industrial |
| Cargo | Subgerente Importaciones Regional |
| Empresa y País | Empresas CMPC |
1. ¿Cuál fue su primera experiencia en Logística?
Mi primera experiencia en logística fue en 2007, en una empresa de ingeniería y construcción eléctrica dedicada a la instalación de torres de alta tensión. Fue un desafío enorme porque implicaba coordinar la entrega “justo a tiempo” de los elementos de anclaje para el montaje de torres en distintos puntos de Chile, Perú y Brasil.
Estaba a cargo de la planificación de compras, almacenamiento y despacho, liderando un equipo principalmente operativo que no utilizaba herramientas tecnológicas. Tenía apenas 23 años y asumí una gran responsabilidad, pero también recibí el apoyo de líderes que confiaron en mí.
Lo más valioso de esta etapa fue aprender que la transformación comienza con las personas. Mi equipo tenía un promedio de edad de 50 años, y los impulsé a incorporar tecnología para optimizar procesos, mejorar la ergonomía en la operación y reducir tiempos de preparación. Al finalizar, logramos que todos usaran el computador para trabajar, diseñamos un flujo semi automatizado reduciendo el impacto físico y optimizamos el layout de las bodegas, aumentando la capacidad de almacenamiento en un 35%.
Esta experiencia me enseñó que la logística no es solo mover productos, sino gestionar conocimiento, innovación y cultura organizacional.
2. ¿Qué es lo más complejo de gestionar en el área logística?
Lo más desafiante son las variables externas que no dependen directamente de la gestión interna: retrasos en transporte, cambios regulatorios, condiciones climáticas o crisis globales. Estas pueden alterar completamente la planificación y generar sobrecostos.
La clave está en incorporar la variabilidad en los flujos, diseñando planes de contingencia y escenarios alternativos. Hoy, la logística moderna exige resiliencia y agilidad, apoyada en tecnología para monitoreo en tiempo real y análisis predictivo.
Además, la comunicación proactiva con proveedores y clientes es esencial para reportar desviaciones y reaccionar en conjunto. La logística es una cadena interdependiente: si un eslabón falla, todo el sistema se ve afectado.
3. ¿Cuál es el proyecto logístico del cual se siente más orgullosa?
Actualmente lidero el área de Importaciones en CMPC para Chile, Brasil, México y Perú. El mayor desafío fue transformar un área con indicadores deficientes en solo cinco meses:
- Cero demurrage, controlando el 100% de los contenedores importados.
- Incremento del OTIF en casi 30 puntos porcentuales, con meta de alcanzar el 90% en 2026.
- Implementación de un procedimiento corporativo, que permita asegurar un estándar de trabajo y alcanzar la excelencia en lo que hacemos.
- Reportes en línea de todas nuestras importaciones, con monitoreo en línea, lo que permite atender desviaciones oportunamente y evitar sobrecostos.
- Reducción del 15% en gastos de importación en destino. Buscamos tener un control del gasto y eliminar las ineficiencias, buscamos tener Importaciones perfectas.
Más allá de los números, el logro más importante fue el cambio cultural: el área pasó de ser 90% de su tiempo operativa a ser hoy 50% estratégica, anticipándose a problemas y agregando valor al negocio. Hoy, no solo ejecutamos, sino que diseñamos soluciones que impactan en la competitividad global de la compañía.
4. ¿Qué importancia tienen para usted las personas en los equipos logísticos?
Las personas son el corazón de la operación. Sin ellas, los procesos no ocurren o se ejecutan de manera deficiente. La logística es técnica, pero también humana: requiere equipos diversos, capaces de adaptarse y aprender.
En mi caso, mi equipo es experto en comercio internacional, pero hemos incorporado conceptos logísticos que amplían su capacidad de resolución. Esto los proyecta como profesionales versátiles, evitando que queden encasillados en un solo rol. Invertir en desarrollo humano es invertir en resiliencia y competitividad.
Un equipo motivado y capacitado no solo cumple objetivos, sino que innova y transforma la cadena de suministro.
5. Desde su perspectiva, ¿qué falta para que más mujeres se integren a trabajar al área logística?
Como mujer y madre, considero que el principal desafío es la flexibilidad laboral, que permita compatibilizar el rol profesional y familiar. Muchas mujeres se ven obligadas a elegir entre su carrera y la crianza, asumiendo en muchos casos el 100% de la responsabilidad.
He tenido gran apoyo en CMPC, desde trabajo remoto hasta talleres que fortalecen el rol de madre y profesional. Las empresas deben asumir un compromiso sostenible: atraer talento femenino y sostenerlo durante la etapa de crianza, ofreciendo redes de apoyo y políticas inclusivas.
Además, debemos visibilizar el valor que aportamos las mujeres en la logística, no solo desde lo maternal, sino desde nuestra capacidad de integrar, colaborar y generar entornos más humanos y eficientes. Las mujeres aportamos una mirada estratégica que combina análisis, empatía y resiliencia, cualidades esenciales para enfrentar los desafíos de una cadena de suministro cada vez más compleja y globalizada. Incluir más mujeres significa sumar innovación, diversidad de pensamiento y una ventaja competitiva real para las empresas.
Recuadro destacado: Mujeres en logística – Datos globales
- 41% de la fuerza laboral en la cadena de suministro son mujeres (Gartner, 2024).
- Solo 26% ocupa puestos ejecutivos y menos del 15% llega a cargos de alta dirección.
- En América Latina, la participación femenina en logística varía entre 29% y 33%, y en Chile apenas alcanza el 17% en transporte y almacenamiento.
- En roles críticos como conducción profesional, la cifra baja al 13%.

